lunes, 15 de octubre de 2012

Pre-balance del año, al mes de octubre

Sin temor a equivocarme, ya puedo anunciar que, 2012 es, sin dudas, el año del "redescubrimiento" para mí.
Ahh me siento súper pesada hablando siempre de lo mismo, pero son épocas son épocas!

Es que es así: este año me redescubrí a mí misma.
Este año me dejé ser. De a poco me fui quitando los prejuicios sobre sí misma y, si bien estoy muy lejos de ser una total desprejuiciada, me pude liberar de ataduras que -vaya a saber por qué- me puse.
Comencé a desterrar la idea de ser "según el manual" o de actuar "según los planes" que tenía(mos varios) desde siempre y simplemente me dejé llevar por mí misma.
Me reencontré con mi creatividad perdida bajo años y toneladas de apuntes de análisis matemático, física, programación, sistemas operativos y arquitectura de computadoras.
Aprendí que era capaz de hacer las cosas que, según el "manual de instrucciones de Sabri" -por el que todos nos estábamos guiando- eran prácticamente imposibles para mí. Aprendí a hacerlas bien, además, porque para mí, algo que no se hace bien, está mal hecho -pensamiento peligroso pero, en mí, efectivo- Y todos nos sorprendimos gratamente.

Una lista de cosas que para mí eran imposibles, inalcanzables y nunca pensé que iba a lograr hacer:
  • Bijouterie y accesorios, actividad que había dejado a los 18 cuando empecé la carrera
  • Cocinar todo lo que siempre quise hacer: desde cupcakes y rollitos de canela hasta un risotto y un pollo al curry que a mi paladar están súper.
  • Llevar un buen cuidado de mis manos, con lo que empecé hace muy poco. Desde que estoy metida en esto del nail art, las susodichas mejoraron un montón.

No quiero ni pensar en el presupuesto que he invertido o gastado en todo este proceso pero estoy segura de que supera las 4 cifras, aunque no por mucho, soy bastante rata :P. A veces mi lado malo me hace sacar las cuentas pero me da una sensación fea en el pecho y destierro ese pensamiento. Es mi "yo-mi-peor-enemiga", que me mira desde arriba, me señala con el dedo, y me acusa diciéndome que todo lo que hice está mal. En estos momentos soy como Gollum cuando se debate entre Sméagol o, justamente, Gollum (que termina mal porque gana este último, pero bueno)

También me confesé conmigo misma y encontré que no tenía caso seguir una carrera que no me estaba llevando a ningún lado. Es decir, sí me llevó, y cómo! Pero hoy, mi actividad laboral y lo que estaba viendo en la universidad son temas diametralmente opuestos. Y ya no tengo ganas de andar switcheando 2 o 3 veces para estar en todos lados. Creo que esto fue lo que acepté finalmente.

Y me estoy descubriendo con ganas de formar una familia... Pero... pará pará!! Eso... todavia nooo! :)

No hay comentarios:

Publicar un comentario